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La Cuenca del Río Blanco en Zapopan, Jalisco

  • por

José Casillas. Centro de Estudios e Investigación de la Barranca, CEIBA

CUENCA DEL RÍO BLANCO, SAN ISIDRO, POBLADO DEL MUNICIPIO DE ZAPOPAN, JALISCO.

2 DE JULIO DE 2022.

La cuenca del Río Blanco en el municipio de Zapopan, Jalisco de cerca de 18 kilómetros de longitud y diversa área de ancha, nace de los escurrimientos de Nextipac, para dirigirse a la presa “Santa Lucía” que en su salida, atraviesa un lugar que se conoce como los chorros, donde es impresionante la cantidad de agua limpia que se mezcla con la residual, (gran parte ya fraccionado), de ahí bordea el pueblo de Tesistán, para cruzar la carretera a Colotlán de Oeste a Este y ser sepultado mientras atraviesa un campo del golf del fraccionamiento “Valle Imperial” y recoge sus desechos, junta el agua del bosque el “Nixticuil” para enfilarse hacia el pueblo de Rio Blanco y las colonias que le cercan.

Diversos ojos de agua y arroyos son afluentes del Río Blanco, la corriente sigue nutriéndose de descargas residuales y agua limpia, hace un salto antes de llegar a “San Juanico” y se desprende un canal de riego; en esa ladera, las bolas de espuma y los olores destacan ese tufo a pudrición de las del valle de Tesistán.

La corriente pasa a un costado de San Esteban para dividir el barrio “La Tarjea” con el fraccionamiento exclusivo “Las Cañadas”; es esa parte, otra vez, el agua cristalina de manantial se mezcla con el agua turbia, la cuenca divide San Isidro del fraccionamiento “fifí” citado, ahí donde han vivido o viven políticos de carrera, presidentes municipales de Zapopan, fiscales del estado, empresarios y hasta el rector general de la Universidad de Guadalajara.

Del lado norte de la cuenca, contrastan las viviendas humildes de los ejidatarios y avecindados, los mismos que extrañan el agua limpia, la pesca, el balneario permanente y los cultivos diversos de frutas y verduras, que, simplemente ahora con esta calidad de agua, no se pueden producir.

El Río Blanco, cruza la carretera a Saltillo frente a la escuela primaria para hacer un cambio de rumbo y alimentar la cascada “Cola de Caballo”, trescientos metros de la caída parte un canal de riego de Hacienda del Lazo, en donde se observan decenas de árboles centenarios de mango, mamey y zapote ya difuntos, porque no aguantaron la calidad del agua y han sido suplidos por otras especies “más aguantadoras” y nopaleras, así lo que fue por cientos de años una corriente limpia y cristalina, en unos pocos años, se ha convertido en el vehículo de lo que tiran en la ciudad y que finalmente llega al Río Santiago.

*En este vídeo se pueden apreciar las condiciones en las que se encuentra dicha cuenca.

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