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El Parlamento de los Invisibles

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Foto: Damián Gómez

Jaime Torres Guillén

LA LUCHA JORNALERA EN SAN QUINTÍN, BAJA CALIFORNIA

En el año de 2015 miles de jornaleras y trabajadores agrícolas organizados en la Alianza de Organizaciones Nacional, Estatal y Municipal por la Justicia Social (AONEyMJS), bloquearon la Carretera Transpeninsular en el Valle de San Quintín, Baja California. El 17 de marzo de ese año, iniciaba uno de los paros laborales más significativos en la historia del país. Exigían a los dueños del capital agroindustrial, aumento salarial equivalente al trabajo realizado en los surcos y al gobierno del estado, obligar a los patrones a cumplir con la Ley Federal del Trabajo: afiliación al IMSS, jornada de 8 horas, pago de horas extra, aguinaldo, prestaciones, utilidades y otros derechos laborales básicos.

De estas exigencias resaltan dos demandas: el fin del acoso y abuso sexual contra las mujeres jornaleras y el derecho a organizarse sindicalmente sin los corporativos del Estado como la CTM, CROM y CROC. De esta manera, su nueva forma de luchar presentaba una transformación significativa que debe ser tomada en cuenta ahora que se conmemoran 7 años de aquella histórica huelga.

Lo primero que hay que entender es que las luchas de la gente de la tierra sean campesinos o jornaleros se inscriben en procesos largos en el tiempo. No son actos espontáneos, sino acciones que tienen su raíz en ciclos de movilización, desmovilización y repliegue, de asimilar experiencias y acumular fuerzas. Podría decirse que, aunque hay temporalidades silenciosas y derrotas, sus luchas son continuas.

Foto: Damián Gómez

El paro laboral en San Quintín es un acto que tiene raíz desde los años treinta del siglo XX cuando el Estado mexicano impidió a toda costa, la organización sindical autónoma de trabajadores agrícolas en zonas henequeneras, algodoneras y azucareras del país. Fue la primera derrota de esta lucha al corporativizar la fuerza jornalera en la famosa Confederación Nacional Campesina (CNC) aliada del entonces PRI. La defensa de los derechos laborales y sindicalización independiente de trabajadores del campo sería un pendiente de esta lucha.

Para finales de los años setenta, dicho pendiente volvió a retomarse, luego que la lucha en el campo se fortaleciera. Surgió la Coordinadora Nacional Plan de Ayala (CNPA). En 1975 la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos (CIOAC) pretende registrar un sindicato nacional de obreros agrícolas el cual les es negado por las autoridades. Luego surgen organizaciones locales, regionales y nacionales de defensa campesina e indígena como el Movimiento de Unificación y Lucha Triqui (MULT) y la Coalición Obrera, Campesina, Estudiantil del Istmo (COCEI) en Oaxaca.

Fruto de esta fuerza, en 1982, en el Valle de Culiacán, Sinaloa, se demandó ajuste salarial a los jornaleros y 10 000 de ellos pararon. De poco en poco a esta fuerza se sumaron comuneros indígenas, campesinos pobres, mujeres campesinas, pequeños productores y jornaleros. No es casualidad que quienes tejieron la AONEyMJS y posteriormente el paro en 2015 pertenezcan a pueblos originarios Triquis, Zapotecos, Mixtecos, Nahuas, P’urhépechas, Tlapanecas, Mixes y también mestizos.

Foto: Damián Gómez

En el Valle de San Quintín, miembros de estos pueblos, mujeres, hombres, adultos, jóvenes y niños, hablaron durante noches enteras para preparar un paro como el que realizaron aquel 17 de marzo de 2015. Invisibles a la gran mayoría de los habitantes de este país, se prepararon para continuar con las exigencias pendientes de la gente de la tierra agraviada por la agricultura capitalista. Este agravio se realiza mediante una estrategia: los patrones apoyados por el Estado mantienen a las familias jornaleras en niveles de sobrevivencia para obligarles a trabajar a cambio de bajos salarios y sin derechos laborales. El instrumento político para lograr esto fue impedir por décadas la organización sindical independiente de jornaleros agrícolas.

La lucha de aquel 17 de marzo es significativa no solo porque recordó la potencia de la gente de la tierra para hablar y actuar, sino porque puso al descubierto el “estado de excepción” con que operan las corporaciones multinacionales de la agroindustria. Esto es, aunque éstas presuman su tecnología de vanguardia, administración innovadora y a sus expertos formados en las universidades, su modo de operar no contrasta mucho con lo que denunció John Kenneth Turner en México bárbaro. La ausencia de derechos laborales, castigos, desprecio, acoso sexual, explotación o racismo, se viven todavía en San Quintín.

Los jornaleros y trabajadoras agrícolas conocen bien ese “estado de excepción”. De ahí que hablaron en su parlamento y sigilosamente detonaron una huelga que puso a temblar durante semanas a políticos e inversionistas que operan en la región. El saber hablar entre ellas y ellos permitió su organización. De ahí surgió el Sindicato Independiente Nacional Democrático de Jornaleros Agrícolas (SINDJA), hoy encabezado por una mujer jornalera. En términos generales con su lucha tuvieron logros, pero no suficientes. Lograron mejorar el salario y denunciar el acoso sexual, problema que no aparecía en las exigencias de las décadas pasadas. También establecer contactos y alianzas con otros grupos y sindicatos del país. Sin embargo, tampoco salieron ilesos. Patrones y gobernantes lograron dividir sus organizaciones, que hasta el momento trabajan de manera activa, pero separadas.

Este 17 de marzo de 2022 hay mucho qué pensar en el Valle de San Quintín. También mucho de qué hablar: asimilar experiencias, autocrítica, acumular fuerzas o buscar la articulación del movimiento. Tienen instrumentos para hacerlo; no solo su potencia política, sino su capacidad para hablar colectivamente. Cuentan con su parlamento que, aunque invisible para la gran mayoría del México de arriba, es visible para el México profundo.

Foto: Damián Gómez

A 7 años de la movilización jornalera del Valle de San Quintín, Baja California, les compartimos este documental donde se relatan su lucha por respeto, dignidad y el reconocimiento de sus derechos.

*Para saber sobre el paro laboral del SINDJA haz click aquí.

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