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Santa Cruz de las Flores

El pueblo de Santa Cruz de las Flores se localiza a 19 km en línea recta al SO de la ciudad de Guadalajara. En la dirección septentrional colinda con el cerro de Totoltepec, máxima elevación de la zona. En la parte meridional con la avenida Prolongación López Mateos, antes autopista Morelia al este, con la cabecera municipal y al oeste con Santa Cruz de Loma o Tepetates.

El antiguo valle de Santa Cruz de las Flores o Xuchitlán (“Lugar de Flores” en lengua náhuatl), forma parte del cuerpo de la sub-cuenca de San Marcos, extensión de aproximadamente 1169 Km2.  Se localiza contigua a la cuenca del Alto Río Ameca, que nace en el “Bosque de la Primavera” reconocida como Área de Protección de Flora y Fauna ‘La Primavera’ (2000), y como Reserva de la Biósfera (2006). El antiguo valle de Santa Cruz de las Flores es un ecosistema de profunda raigambre histórico-cultural de sus primeros pobladores: cocas, tecuexes y tlajomulcas, asentados desde el año de 1550 y continuos repoblamientos y su fundación en el año de 1594. Este valle es reconocido por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) como la zona arqueológica de “Cofradía”, por vestigios de tumbas de Tiro, en el área comprendida en la parte baja del volcán inactivo de Totoltepec, donde se ha incrustado el conglomerado industrial farmacéutico de Pisa S.A. de C. V., de quien se comenta que dicha empresa ocultó el hallazgo y saqueó el sitio.

El diseño cartográfico tiene una norma básica: menos es más. Intencionalmente, este mapa fue saturado de elementos para recalcar una problemática que aqueja a la comunidad del valle de Xuchitlán: el acaparamiento del territorio por el desarrollo industrial. En ella se busca nombrar y marcar a los desarrollos industriales que han tenido el privilegio de asentarse en el territorio, acaparar el agua y desechar sus residuos a costa de la salud de quienes habitan Santa Cruz de las Flores.

En este mapa se marcan las industrias por giro económico, se dibujan los radios de afectación por gases y partículas emitidas por ciertas industrial. Por lo que se observa, Santa Cruz de las flores está saturado tanto por industrias como por los deshechos de las mismas. Lo que cabe mencionar además, es la zona de ‘La Playa’, cargada de memorias por quienes la habitan, pero también utilizada como muladar por el metabolismo industrial.

Las exigencias de la comunidad del valle de Xuchitlán son claras: tener seguridad en el acceso al agua, derecho que es vulnerado por el acaparamiento industrial del agua solapado por administraciones locales que hacen la vista gorda hasta alternar los puestos.

Más que un mapa, esto es una invitación. Pueden observarse aspectos generales del territorio del antiguo valle de Xuchitlán: elevación, relieve, caminos, áreas inundables –la tan querida Playa–, áreas urbanizadas, áreas de cultivo, nombres de los cerros de la zona. Todos esos marcadores buscan posicionar al lector del mapa en un cuadrante específico del territorio, pero sobre todo, buscan provocarlo para imprimirle toda la historia que le hace falta.

Hay que recordar que la cartografía tuvo su nacimiento como arma para asegurar el colonialismo, pero toda herramienta para la opresión puede usarse para la resistencia. La primera resistencia es atreverse a narrar la historia que el poder busca callar hasta borrar.

Este mapa suplica a quienes habitan en el valle de Xuchitlán a narrar su historia.